Artista Visual | Arte Contemporáneo

Como diseñadora gráfica, viví el boom de Internet y el Web 1.0. Comencé a explorar cómo las nuevas tecnologías afectaban al lenguaje y a la forma en que nos relacionábamos. Este auge me llevó a trabajar con la subjetividad de las formas y el significado de los Emojis o emoticonos, que surgieron debido a la necesidad de expresar intención y emoción en esta nueva forma de comunicación.

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Este camino me llevó a trabajar con seres virtuales, que, en forma de retratos cargados de emoción, me hicieron reflexionar sobre cómo la tecnología cada vez más invasiva afecta directamente nuestras vidas. Del impacto emocional y social que esta conlleva en una forma de condición humana que llegó para quedarse.  

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A 20 años de mi comienzo, nos encontramos ya inmersos en la Web 2.0 y las redes sociales. Vivimos en un mundo en el que la Inteligencia Artificial se ha integrado en las tareas cotidianas y estamos a un paso de la incorporación del Metaverso como espacio colectivo. Creo que es importante reflexionar sobre este cambio hacia la Web 3.0, concientizar sobre el hecho de que, al perder la presencia física, perdemos nuestro principal vehículo de experiencia y con él, nuestra primera instancia de percepción y manifestación. Abrazamos la tecnología con gran entusiasmo, es importante considerar la problemática social que conlleva cambiar de paradigma.